A lo largo de la vida se nos han instituido ciertas actitudes, creencias y respuestas de lo que se cree está “bien” o “mal”. Por medio de la sociedad en la que vivimos y las cosas que realizamos a diario, nos hemos ido adaptando a la forma de vida de las diferentes personas que nos rodean. Sin embargo, ¿quién puede asegurar lo que es correcto e incorrecto?, ¿en qué se basa la sociedad para formar una crítica de si estás bien o estás mal? Y, lo más importante de todo, ¿en qué momento se pierde tu identidad y tu propio juicio al estar satisfaciendo los intereses y maneras de pensar de los demás?
Mientras que la moral
constituye las costumbres aceptadas por la sociedad consintiendo que lo que se
tiene “es lo que hay”; la ética se
plantea una reflexión crítica de carácter filosófico que busca racionalizar el ¿por qué? de las cosas. “Se puede decir
que la ética habrá conseguido dar razón del fenómeno moral, de modo que
habremos crecido en saber acerca de nosotros mismos y, por tanto, habremos
alcanzado un mayor grado de libertad.” (Cortina, Martínez, 2001: 9).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario